Vivir de manera saludable hoy para estar bien en el mañana. Un estilo de vida saludable es la mejor manera de retrasar o evitar cualquier enfermedad cardiovascular o mental. Siendo activos y manteniéndose en forma, evitando el tabaco y gestionando aquellas situaciones que pueden ponernos en riesgo.
Nunca se es demasiado joven o demasiado mayor para empezar a cuidar el corazón. Prevenir enfermedades cardiovasculares se consigue haciendo pequeñas elecciones hoy que nos ofrecerán grandes beneficios el resto de la vida.
Causas de las enfermedades del corazón
Las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, es algo evitable. Mientras existen factores de riesgo que no es posible cambiar: antecedentes familiares, sexo o edad, hay muchas maneras en las que es posible reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
La falta de ejercicio, una dieta pobre en nutrientes y otros hábitos de vida poco o nada saludables pueden terminar siendo los protagonistas a lo largo de los años. Cualquiera, a cualquier edad, puede beneficiarse de pequeños hábitos que protegerán la salud de su corazón durante cada década de vida.
¿Cómo es posible vivir una vida plena y saludable? Estos ocho factores clave pueden ayudar a reducir el riesgo de ataques al corazón o infartos si nunca se ha padecido ninguno. Son parte de un estilo de vida saludable para adultos.
Cómo prevenir las enfermedades cardiovasculares
- Conoce tus riesgos. Algunos factores y hábitos pueden aumentar los riesgos de padecer una enfermedad cardiovascular como fumar, enfermedad del riñón o antecedentes familiares de enfermedades cardiacas. Conocer los propios factores de riesgo puede ayudar a decidir cuál es el mejor plan de tratamiento. Muchos factores de riesgo pueden mejorar con cambios en el estilo de vida.
- Aliméntate de manera saludable. Centra tu alimentación entorno a verduras, frutas, cereales de grano entero, proteína magra y pescado. Es importante tomar las elecciones adecuadas, como eliminar los carbohidratos refinados, carnes procesadas y bebidas azucaradas. Utiliza la etiqueta de datos nutricionales para evitar los azúcares añadidos, grasas saturadas y grasas transgénicas.
- Mantente físicamente activo. Moverse más es una de las mejores maneras de estar saludable, prevenir enfermedades y envejecer bien. Las personas adultas deberían realizar ejercicio aeróbico de intensidad moderada durante 150 minutos a la semana o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana. Si ya eres activo, puedes incrementar la intensidad para recibir aún más beneficios. Si no eres activo, puedes empezar sentándote menos y moviéndote más. También es importante realizar al menos dos sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana para fortalecer músculos y ligamentos.
- Controla el peso. Mantente en un peso saludable y pierde peso si tienes sobrepeso o sufres obesidad. Si necesitas ayuda, habla con tu médico para que te facilite un plan de pérdida de peso.
- Deja el tabaco. Si no fumas, no empieces. No existe un producto con tabaco seguro (ni siquiera los vapeadores). Dejar de fumar es un gran reto, por lo que pide ayuda para dejar el hábito con métodos eficaces. No cambies un tipo de consumo de tabaco por otro. Evita también ser fumador pasivo.
- Controla otras patologías de salud. Si tienes hipertensión o presión arterial alta, niveles de colesterol alto, niveles altos de azúcar, diabetes u otras condiciones puede aumentar tu nivel de riesgo. Es importante seguir las indicaciones de tu profesional sanitario y hacer cambios en el estilo de vida. Algunas condiciones pueden prevenirse o controlarse siendo activos, comiendo mejor, perdiendo peso y dejando el tabaco.
- Toma responsabilidad de tu propia salud. Los profesionales sanitarios pueden ayudarte a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares para vivir una vida plena y saludable. Trabaja conjuntamente en tu plan de prevención, haz preguntas y mantente abierto a cualquier resto que debas afrontar para hacer cambios saludables y beneficiosos. El estrés, la cantidad de horas de sueño, la salud mental, la situación familiar, el uso del tabaco, la alimentación, el apoyo familiar y de amigos y otros factores pueden afectar a tu salud y bienestar.
- Duerme bien y lo suficiente. La falta de sueño de calidad puede afectar seriamente a la salud. Las personas que no duermen lo suficiente tienen mayor riesgo de obesidad, presión arterial alta, ataques al corazón, diabetes o depresión. Convierte tu descanso y sueño en una prioridad. Marca un horario de sueño y cúmplelo de manera estricta yéndote a dormir y levantándote siempre a la misma hora. Mantén el dormitorio silencioso, fresco y a oscuras para facilitar un buen descanso. Es importante que las personas adultas duerman entre 7 y 8 horas diarias.
- Gestiona los niveles de estrés. Algunas personas que deben lidiar con altos niveles de estrés adoptan estilos de vida poco saludables como comer en exceso, beber alcohol o fumar. Encontrar alternativas más saludables para regular el estrés como practicar actividad física, ejercicios de relajación o la meditación puede ayudar a marcar la diferencia.
- Toma tus medicamentos de manera correcta. No te automediques y cumple la pauta de medicación establecida por tu profesional sanitario. No hacerlo puede comportar serias consecuencias que pueden afectar a la salud del corazón
Nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para aprender las señales de alerta de un ataque al corazón o infarto. No todas las personas que lo padecen sienten entumecimiento o dolor intenso en el pecho cuando padecen un infarto. Además, los síntomas de un infarto o ataque al corazón son diferentes para hombres y mujeres.
La salud del corazón en personas mayores de 60 años
Con la edad aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón. La presión arterial, el colesterol y otros parámetros relacionados con patologías del corazón suelen incrementarse. Controlar estos niveles de cerca y gestionar cualquier problema de salud latente, junto con el requisito de una alimentación saludable y ejercicio regular, puede ayudar a vivir más y mejor.
Contar con el apoyo de una persona cuidadora especializada puede ser una gran ayuda para aquellas personas mayores que padecen enfermedades cardiovasculares y deben seguir un plan de tratamiento estricto. La cuidadora ayudará en la preparación de las comidas asegurando una alimentación variada y saludable, además de mantener el corazón en forma siguiendo las necesidades de cada caso, asegurando siempre la seguridad de la persona mayor.