La felicidad y el bienestar es algo que todos deseamos tener para nuestros seres queridos. Si la vida nos sobrepasa y no conseguimos llegar a cumplir con todas las demandas de la misma manera que antes, es posible terminar sintiéndose frustrado y agotado. Cuando esto ocurre, es necesario considerar liberar la carga y pedir ayuda. Incluso si se trata de tener una ayuda para gestiones sencillas, ordenar o hacer limpieza en casa, un cuidador puede ser la solución.
Las ventajas de un cuidador interno para una persona mayor
Los cuidadores internos son profesionales que asisten a las personas mayores en su rutina diaria. Cualquier persona mayor que sienta que se está quedando rezagado en sus tareas diarias o simplemente porque quiere reducir el número de responsabilidades de su lista de quehaceres puede beneficiarse de una cuidadora interna. Si nunca has considerado contratar a uno de estos profesionales para ayudar a un ser querido, la lista de beneficios puede hacerte cambiar de opinión.
Con qué puede ayudar un cuidador interno:
- Asistencia en las necesidades diarias: alimentación, vestirse, asearse, higiene, movilidad funcional según se necesite.
- Tareas como cocinar, limpiar, hacer la colada, hacer gestiones, acompañamiento a hospitales u otras citas.
- Reducir el riesgo de lesiones físicas asociadas a caídas o forzarse haciendo ciertas tareas.
- Monitorizar y asistir con ciertas condiciones médicas y de salud.
- Ofrecer compañía: brindar cierta interacción social ayuda a reducir la depresión debido a la soledad y el aislamiento.
- Ofrece paz mental a los mayores y a sus familiares al saber todos que la persona mayor se encuentra perfectamente atendida.
- Permite tener independencia a la vez que se envejece en la comodidad del hogar.
Una cuidadora interna ofrece apoyo en el hogar
Las personas mayores pueden sentir a menudo que sus vidas se han reducido a una serie de citas médicas. Las cuestiones médicas son importantes, de ello no hay duda, pero poner el foco únicamente en problemas de salud puede llevar a negatividad y tristeza. Un cuidador interno se centra en la persona como un todo y no solo en los aspectos problemáticos. Para muchos mayores este tipo de asistencia les brinda comodidad y felicidad en el largo plazo.
Este tipo de ayuda puede parecer insignificante, especialmente para aquellos que por el momento no necesitan ayuda en necesidades básicas como ir al aseo, bañarse o cocinar. Pero para una persona mayor que se está sintiendo saturada por estas responsabilidades del día a día, la ayuda de una cuidadora interna puede cambiarle la vida. La asistencia sanitaria es esencial pero no ofrece una atención completa para todo el espectro de necesidades y tipo de asistencia que una persona mayor requiere.
Una ayuda para la vida que siempre se ha deseado
Una cuidadora interna puede ser vista como un trampolín para aquellas personas mayores que todavía son suficientemente independientes para vivir en sus hogares y no necesitan soporte médico constante. Pero sí necesitan ayuda logística para seguir estando cómodos a la vez que manteniendo un estilo de vida saludable.
Muchos mayores coinciden en que envejecer resulta difícil en ciertas ocasiones por lo rápido que parece suceder. Un día se está sumido en la rutina diaria y al siguiente día ya no se consigue mantener el ritmo diario y seguir con las tareas del día a día. A veces, este suele ser un incómodo proceso en el que se descubre que, de repente, algunas cosas han cambiado sin apenas darnos cuenta.
Una renovada sensación de libertad
La independencia. Y el deseo de mantener la independencia el máximo tiempo posible es una de las mayores preocupaciones de las personas mayores. Nuestras mentes pueden ser tan activas y ágiles como siempre han sido, pero nuestros cuerpos pueden no colaborar de la misma manera. Incluso algunas de las actividades que antes disfrutábamos ahora pueden no ser tan divertidas.
Estas son algunas de las razones por las que las personas mayores suelen dejar de lado actividades que antes disfrutaban, incluyendo el hecho de que ya no tienen ni el tiempo ni la energía después de hacer frente a sus tareas del día a día. Esta es la etapa de la vida donde se había planeado disfrutar de la vida y las aficiones, pero lo que suele ocurrir es que ya no se tiene la energía para hacerlo. La libertad para hacer lo que queremos se ve diferente desde los ojos de una persona mayor. No obstante, una cuidadora interna puede ayudar a recuperar cierto tiempo libre, además de la energía, al hacerse cargo de esas tareas que pueden estar consumiendo la energía de los mayores.
Esto puede llevar algunos ajustes para algunos mayores, pero la mayoría se adaptan después de un breve período de tiempo. La idea de tener libertad deja de significar hacerlo todo por uno mismo, sino que liberarse de ciertas tareas, en realidad permite enfocarse en las cosas que realmente se disfrutan.
Una cuidadora interna ofrece alivio a familiares y amigos
Además de ayudar a las personas mayores, una cuidadora interna también ofrece ayuda y alivio a las familias. Aunque la mayoría nos sintamos felices de poder ayudar y hacerlo todo por nuestros mayores, podemos llegar a un punto en que nos sentimos saturados y nos descuidamos a nosotros mismos. Tomar conciencia de la propia salud y las propias necesidades vitales es muy importante cuando se decide cuidar de nuestro familiar mayor.
Un cuidador interno se dedica profesionalmente a ocuparse de estas tareas. No es algo que deban hacer quitándose parte de su tiempo libre. Una cuidadora interna profesional dispone de sus vacaciones, su tiempo libre y puede desconectar durante esos períodos de tiempo a pesar de lo duro que pueda ser su trabajo. No obstante, las familias no suelen disponer de esta opción.
Además, muchas personas mayores prefieren la independencia de ser atendidos por un servicio profesional antes que por sus hijos o nietos, de manera que su autoridad no se ve afectada.
Una compañía de calidad y de confianza
Todos en algún momento tenemos problemas para pedir ayuda cuando la necesitamos, pero puede ser realmente duro cuando algo puede parecernos vergonzoso o doloroso de admitir. Una cuidadora interna es precisamente el tipo de profesional al que se le pueden solicitar este tipo de servicios y asistencia. Tener a alguien en quien confiar para tareas personales es la mayor ventaja para muchas personas mayores.
Además, la relación entre cuidadores y mayores suele ser muy cálida y amigable, pues el hecho de trabajar mano a mano cada día de manera cercana, permite que muchos mayores consideren a su cuidador como un amigo. A medida que pasan tiempo juntos, hablarán y aprenderán el uno del otro creando un vínculo muy bonito. Lo habitual es que las cuidadoras sean más jóvenes que las personas mayores que asisten, por lo que suelen estar muy interesadas en escuchar las historias y experiencias de los mayores. Toda una fuente de sabiduría e historia.
Al buscar una cuidadora interna es muy importante tener en mente este tipo de vínculo relacional. Se obtendrán los mejores beneficios de una cuidadora interna si hay afinidad de caracteres. Al final, lo importante es que la persona mayor se sienta segura y cómoda cerca de su cuidador.
En Wayalia, seleccionamos minuciosamente a nuestros cuidadores teniendo en cuenta las necesidades de cada persona. De esta manera, favorecemos que exista un entorno agradable para ambos.