Según los últimos estudios de Eurostat (la Oficina Europea de Estadística), en Europa, el 87% de las personas mayores de 75 años nunca han estado conectadas a internet.
Las personas mayores a menudo tienen una pérdida de reflejos, lo cual les hace más difícil poder estar al día y seguir los avances tecnológicos. Por ejemplo, aquellas aplicaciones o plataformas que utilizan notificaciones. El 9% de las personas mayores de 75 años o más tienen algún problema de discapacidad visual, y el 18% tiene problemas de audición. Además, según estadísticas llevadas a cabo en Estados Unidos, el 23% de los adultos mayores padecen alguna condición física o de salud que hace que la lectura sea más difícil.
El aprendizaje tecnológico es el principal reto
No obstante, independientemente de la condición de salud, el nivel de conocimiento sobre tecnología es también un factor muy importante a la hora de utilizarlas. La falta de este conocimiento es uno de los principales motivos que lleva a las personas mayores a mantenerse al margen de participar en el uso de las tecnologías. Más de un 77% de las personas mayores coincide en que necesitarían ayuda en aprender a utilizar un smartphone o una tablet. Además, de los que ya se encuentran conectados a internet pero no utilizan redes sociales, el 56% dice que necesitarían ayuda para saber cómo poder conectar con sus amigos o familiares.
Los resultados de estas encuestas son claros; sea cual sea el motivo o la causa, las personas mayores se están perdiendo muchos beneficios de la tecnología de la comunicación. Como consecuencia, perderse estas oportunidades en materia de comunicación, puede llevar a muchos mayores a sentirse desconectados y solos. Tener contacto regular con el círculo cercano de amigos o familia puede aligerar el sentimiento de soledad, un sentimiento que se ha considerado en numerosas ocasiones como perjudicial para la salud. Especialmente en las personas mayores que viven solas o aisladas.
Factores que interfieren en la adaptación tecnológica de los mayores
- Limitaciones físicas. Muchas personas mayores tienen problemas al tocar la pantalla de los dispositivos debido a problemas articulares en los dedos de las manos.
- Capacidad económica insuficiente. Muchos mayores tienen ingresos bajos, lo cual les dificulta poder comprar los nuevos dispositivos que salen al mercado.
- Desconocimiento. Mejorar en el uso de nuevas tecnologías es a menudo muy complejo dado que las personas mayores no tienen ninguna experiencia en utilizarlas que les sirva de base; ni saben para qué pueden utilizarlas para mejorar su día a día.
- Sensación de desfase. Las personas mayores generalmente tienen menor capacidad de aprendizaje para absorber nuevos conocimientos. Las estadísticas indican que los adultos mayores que se introducen de manera autónoma en su uso tienen alrededor de los 55 años. Los más mayores se sienten desfasados.
- Dificultad de uso. a una gran parte de la población les preocupa que sean demasiado complicadas para ellos y no se atreven a utilizarlas por miedo a cometer un error y borrar información o estropear el instrumento.
- Edadismo. Los productos tecnológicos son de los más publicitados en los medios de comunicación. No obstante, esta publicidad no suele protagonizarla el sector de la tercera edad, por lo que suelen generarles desinterés e indiferencia.
La usabilidad es el principal objetivo
Es muy importante que las aplicaciones y plataformas tengan una interfaz sencilla y fácil de utilizar, de manera que cualquiera pueda interactuar intuitiva y fácilmente. El fin del diseño es que se cumpla el principio de usabilidad, lo que genera una experiencia de usuario positiva e integradora.
Pese a que son muchas las ventajas del uso de las tecnologías por parte de las personas mayores, son muchos los mayores que no se sienten integrados para hacer uso de las mismas. En España, el envejecimiento de la población es un hecho, demostrando los avances en materia de sanidad y aumento de la esperanza de vida como sociedad. No obstante, el uso y avance de los dispositivos electrónicos no ha llegado a todas las personas de la misma manera.
Ventajas del uso de las tecnologías en la tercera edad
Los adultos de mediana edad y adultos mayores están adaptándose a la tecnología por una gran variedad de razones. Las estadísticas lo confirman, los europeos nunca habían estado tan conectados digitalmente. Con aproximadamente el 70% de las personas mayores conectadas a internet, estos dispositivos son ya parte de sus vidas para estar informados, conectados a amigos y familia, comprar, hacer planes o reservas de transporte.
Los expertos en envejecimiento y salud se centran en factores que promuevan un envejecimiento saludable, permitiendo a los mayores conectar, crear y contribuir. Estudiando, también, el uso de las tecnologías por parte de las personas mayores, así como los aspectos positivos y negativos de su uso y los retos y mitos que envuelven a la tercera edad.
- Superar los prejuicios. Demostrando a la sociedad que ser mayor no es sinónimo de de pasado, impidiendo que se aparten de la vida activa y social.
- Mejora la calidad de vida. La tecnología es muy útil para satisfacer algunas de sus necesidades.
- Evita y previene la soledad y el aislamiento. El uso de dispositivos tecnológicos ayuda a agilizar la comunicación con familiares y amigos, manteniendo y ampliando sus relaciones interpersonales.
- Fortalece su independencia. Favorece su autonomía y les ayuda a acceder a información con mayor inmediatez, sirviéndoles de apoyo en la vida diaria.
- Mantenerse más activos y saludables. Además del factor físico, la salud también tiene un componente psíquico o mental, mejorando su capacidad de aprendizaje. Se estimula la actividad cerebral, reduciendo la incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Son muchas las personas que temen a la soledad cuando se hacen mayores. La tecnología en estos casos es una interesante solución a tener en cuenta para mantener el contacto con personas que de otra manera sería difícil.
Además, existen también dispositivos de ayuda y de asistencia sanitaria, como los dispositivos de primeros auxilios vía GPS a tiempo real o los servicios de vigilancia. Son varios los fabricantes y empresas que lanzan este tipo de aparatos y aplicaciones para el público de las personas mayores: teléfonos con teclas más grandes, smartphones con software más sencillo e intuitivo con iconos más grandes, son algunos ejemplos.