¿Hablamos de una práctica común o de casos aislados?
En junio de este año, los Mossos d’Esquadra detuvieron a dos hombres responsables de más de 20 robos a ancianos en la localidad barcelonesa. Los hombres se hacía pasar por teleoperadores de asistencia para ingresar en la vivienda de este colectivo y sustraer así joyas y dinero que tenían los afectados.
La investigación se realizó después que una mujer de 80 años denunciara que la habían asaltado en su casa. Según los investigadores, los dos detenidos obtuvieron más de 40.000 euros tan solo con la venta de joyas robadas en el mercado negro.
¿Pero hablamos de un caso aislado?
La verdad es que no. En abril, un hombre en Vitoria fue víctima de intimación e intento de robo por parte de una pareja mientras paseaba por el parque de Arraiga. Los asaltantes amenazaron al anciano de que no gritase, sin embargo el hombre pidió auxilio y varias personas se acercaron provocando la huida de la pareja.
“Cabe recordar asimismo la prevalencia del carterismo en las ciudades españolas. En 2013, según un informe de la compañía CPP Protección y Servicios de Asistencia, entre 800 y 1.000 carteristas operaban diariamente en la capital de la comunidad autónoma madrileña; cifra que aumentaba en temporada turística alta.“
Si bien es cierto que España no es uno de los países europeos con más delincuencia – de hecho, es el tercero con un índice de criminalidad más baja (con alrededor de 45 delitos por cada 1.000 habitantes) -, dispone de un alto número de robos y hurtos; siendo la primer causa de delincuencia. Según el Informe de Criminalidad de 2016, expedido por el Ministerio del Interior, el año pasado hubo 711.908 hurtos alrededor del estado.
Cabe recordar asimismo la prevalencia del carterismo en las ciudades españolas. En 2013, según un informe de la compañía CPP Protección y Servicios de Asistencia, entre 800 y 1.000 carteristas operaban diariamente en la capital de la comunidad autónoma madrileña; cifra que aumentaba en temporada turística alta.
Por otra parte, el perfil de la persona que roba engloba muchas nacionalidades – entre ellas, la española – pero tienen en común que, en los casos donde se trata de robos a viviendas, son en gran parte itinerantes; es decir, personas que deambulan entre provincias mediante rutas por autopista, de modo que su persecución no es fácil.
“Frente a los robos a domicilios, el cuerpo policial recomienda no abrir la puerta a desconocidos y desconfiar de servicios técnicos no solicitados. Este tipo de acto delictivo donde los delincuentes se disfrazan y afirman ser de una compañía proveedora de gas o luz ha proliferado especialmente en los últimos años.“
Cabe destacar la situación de vulnerabilidad que sufren las personas ancianas, como uno de los mayores incentivos para este tipo de delincuentes. La falta de fuerza física y el deterioro cognitivo – tan común en estas edades – producen que la persona sea más proclive a vivir este tipo de situaciones y que se encuentre más indefensa frente a ellas. Para los delincuentes, las personas ancianas son una presa fácil, ya que resultan más fáciles de intimidar y someter. Asimismo, después del robo, muchas veces las personas de la tercera edad caen en estados depresivos y de paranoia.
Des del Estado, se llevan a cabo medidas de prevención para la seguridad de este colectivo como el que se desarrolla a través del “Plan Mayor de Seguridad” por parte de la Policía Nacional. Así pues el objetivo consiste en brindar a las personas mayores, una serie de pautas para que sepan detectar situaciones de riesgo y saber cómo actuar en consecuencia para defenderse.
¿Pero cuáles son?
Los lapsos de tiempo posteriores a la salida de los bancos serían de los momentos más peligrosos, puesto que es cuando se producen más asaltos. Como prevención, se recomienda sacar pequeñas cantidades de dinero y en caso de ser necesario sacar cantidades mayores, hacerlo en compañía de un familiar más joven. A las mujeres, también se les recomienda no llevar joyas a la vista y caminar con el bolso al lado de la pared para evitar tirones.
Frente a los robos a domicilios, el cuerpo policial recomienda no abrir la puerta a desconocidos y desconfiar de servicios técnicos no solicitados. Cabe recordar que este tipo de acto delictivo donde los delincuentes se disfrazan y afirman ser de una compañía proveedora de gas o luz, ha proliferado especialmente en los últimos años.
Finalmente se desaconseja facilitar datos personales, sobretodo aquellos que son de carácter bancario, cuando se usa Internet o se reciben llamadas telefónicas de extraños; así como se pone especial énfasis en declinar cualquier propuesta ofrecida en la calle aunque parezca ventajosa, ya que podría tratarse de una estafa.