El auge de los cuidadores durante la pandemia

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¿Dónde quieren vivir los mayores? En el mismo sitio que el resto de las personas: en su propio hogar, rodeados de cariño y con los cuidados necesarios para mantener una buena calidad de vida. Son muy pocos los ancianos que quieren mudarse a una residencia y ahora menos que nunca. ¿Por qué decimos esto? Porque han sido el principal foco de muertes en la primera ola del coronavirus y también porque han estado mucho tiempo sin recibir visitas, y cuando puede estar con algún familiar, tienen grandes limitaciones. Su excelente labor y esto datos que estamos comentando han provocado el auge de los cuidadores durante la pandemia.

¿Qué ha ocurrido durante la pandemia en las residencias?

Aunque luego comentaremos otras cuestiones sobre el auge de los cuidadores durante la pandemia, antes queremos repasar qué ha ocurrido en los últimos tiempos en las residencias.

Según los últimos datos que se conocen, más de 20.000 personas han muerto con Covid-19 o con síntomas relacionados con la enfermedad en las residencias de ancianos españolas, incluyendo las públicas, las concertadas y también las privadas. Hablamos solo de las cifras oficiales facilitadas por el Ministerio de Sanidad. Estos números suponen más de un 60 % de todos los fallecimientos que se han producido por esta causa en nuestro país, repetimos que siempre teniendo en cuenta los datos oficiales.

Hemos recalcado que son cifras oficiales, ya que otras manejadas a nivel interno por distintos organismos hablaban en el pasado menos de julio de más de 27.000 fallecidos en residencias. En cualquier caso, las comunidades más castigadas han sido Madrid, Cataluña y las dos Castillas.

Por todo lo comentado, no es de extrañar que las residencias restrinjan constantemente las visitas de familiares. Es cierto que esta medida puede beneficiar su salud física, pero no lo es menos que perjudica al anciano a nivel emocional en gran manera.

Es un hecho que las residencias se han visto desbordadas durante la pandemia. La falta de personal y de medios supuso un auténtico reto para estos centros. Solo quienes han tenido a sus mayores viviendo en ellos saben el calvario que han pasado tanto las familias como sobre todo los propios ancianos.

Es innegable que en esta segunda ola la situación está más controlada, pero sigue habiendo brotes y, como ya sabes, muchas restricciones. No solo se han visto afectadas las visitas, también muchas actividades que realizaban los ancianos y la propia convivencia de los mayores. Algunos permanecen aislados del resto, no solo por tener coronavirus, sino también como medida de precaución. Además, sus cuidadores tienen que tener un trato más distante con ellos para evitar contagios.

Nadie puede negar que todo el personal sanitario está mucho más preparado para afrontar esta segunda ola, pero quienes han estado en la primera línea de batalla muestran signos de cansancio. En las residencias temen un nuevo tsunami y las consecuencias que puede conllevar a todos los niveles.

Es evidente que las cuidadoras de ayuda a domicilio también se han enfrentado a la dureza que ha supuesto realizar su trabajo en medio de una pandemia, pero no lo es menos que han contado con otras herramientas que han llevado a que suba su contratación en estos últimos meses.

¿Cuáles son los motivos del auge de los cuidadores durante la pandemia?

Todo lo que hemos comentado hasta ahora sobre las residencias en ningún caso es una crítica a estos centros asistenciales, ya que su labor es excelente a pesar de sus muchas dificultades. Pero sí queremos poner en valor el trabajo que pueden realizar las cuidadoras de la ayuda a domicilio y las herramientas con las que cuentan.

Que el anciano quiera continuar viviendo en su propio hogar es razón más que suficiente para apostar por este servicio, pero además presenta una serie de ventajas que también deben ser valoradas por las familias. A continuación te mostramos las principales:

  • Cercanía. El cuidado domiciliario ofrece un trato más cercano. Las cuidadoras trabajan con un menor número de ancianos y en algunos casos solo con uno. Esto permite que les pueden conocer mejor y que se establezca una relación basada en el respeto, pero también en el afecto.
  • Familias. Las familias también pueden tener una relación como la comentada con las cuidadoras. Tratan con ellas y les exponen sus dudas y necesidades. Al conocer mejor a la persona que cuida de su ser querido, están más tranquilas y tienen la seguridad de que el anciano está en las mejores manos.
  • Visitas. Nadie quiere más a los mayores que sus propias familias, por eso siempre velan por su salud. Pero como ya hemos comentado, saben que parte de un buen estado de salud es encontrarse bien a nivel emocional. Para conseguirlo, las visitas de sus seres queridos son indispensables. Por supuesto, siempre tomando todas las medidas de higiene necesarias para que sean seguras. Sin olvidar que si se está enfermo de coronavirus o se tienen síntomas compatibles con este virus, se deben suspender las visitas, como resulta obvio. En cualquier caso, si todo va bien, las familias se pueden reunir sin restricciones ni horarios.
  • Libertad. La libertad que tienen los ancianos que viven en sus propios domicilios no se limita solo a las visitas, también están relacionadas con su movilidad. Salvo que su médico indique lo contrario, pueden salir de casa a hacer recados o simplemente a pasear. Además, podrán decidir otros aspectos de su vida rutinaria, como la hora de levantarse o de comer.
  • Menos posibilidades de contagio. Incluso con la libertad de recibir visitas de sus familiares, las posibilidades de contagio son inferiores que cuando se vive en una residencia.  Es lógico, ya que tener un grupo de convivencia amplio incrementa las opciones de contraer el coronavirus y cualquier otra enfermedad contagiosa.
  • Aislamiento. Si por cualquier circunstancia el anciano tuviera que mantenerse aislado en su propio domicilio, podría seguir contando con el apoyo, los cuidados y la compañía que proporcionan las profesionales de la ayuda a domicilio. Es algo que ya han experimentado durante las semanas que duró el estado de alarma muchos mayores y que fue uno de los motivos principales por los que se aumentó la contratación de cuidadoras.
  • Necesidades. Cada anciano tiene unas necesidades asistenciales distintas y algunas de ellas se han incrementado durante la pandemia. Los cuidados que ofrece la ayuda a domicilio cubren mejor esa asistencia y además lo hacen de forma más personalizada.

Ahora está claro a qué se ha debido el auge de cuidadores durante la pandemia. En Wayalia a domicilio ofrecemos una atención cuidada y profesional, te garantizamos que tu ser querido estará siempre en las mejores manos, tanto en tiempos de coronavirus como cuando por fin quede atrás esta terrible enfermedad.

¿Te podemos ayudar?

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