Uno de los mayores temores relacionados con la vejez es cómo afrontar la soledad y superar las barreras propias de la edad. Y no se trata de un tema menor, es un fenómeno que va creciendo con el paso de los años y ya se sitúa como una de las principales preocupaciones de la población mayor. Más allá de los problemas físicos, la soledad trae consigo muchos factores que repercuten, directamente, en el bienestar de los ancianos.
Barreras que, como se constata en el estudio demográfico del Ayuntamiento de Valencia, suponen que el incremento de población mayor en la capital del Turia (1 de cada 5 vecinos ya) no va acompañada de una adopción, por parte de la ciudad, de medidas para facilitar y garantizar una vejez digna.
La soledad un problema para la salud
Uno de los factores clave para garantizar una vejez digna es evitar la soledad de las personas mayores. Situación que no solo afecta a su estado anímico. La soledad genera un estrés muy elevado, que repercute directamente en el sistema inmunológico, haciéndolo más vulnerable a diversas patologías asociadas. Entre las que destacan la diabetes, la hipertensión, la ansiedad y la depresión. Enfermedades que, en casos extremos pueden derivar, incluso, en la muerte.
Por lo que no es un tema baladí, tratar la soledad de las personas mayores en Valencia, debe ser vista como una prioridad para la ciudad. Y es que después del terrible suceso que sucedió en la Comunitat, la muerte de dos mujeres mayores en su hogar de la que nadie se percató hasta pasado mucho tiempo, han relanzado la visibilidad de esta “epidemia“.
¿Cómo podemos hacerle frente?
No existe la solución perfecta, cada persona mayor es un mundo y los factores concretos que trae consigo hace de cada caso un escenario único. No es lo mismo tener hijos a no tenerlos, tener recursos económicos o no. Si bien es cierto, que algunas pautas deben ser tenidas en consideración para tratar de contrarrestar estos efectos tan nocivos.
Primeramente, las autoridades y sector público valenciano tiene que dar un paso al frente para cubrir al mayor número de personas en riesgo de soledad no deseada. Y, también, para dar atención médica y psicológica a aquellas personas más vulnerables.
Además, es importante que las familias, o conocidos, también den un paso al frente para tratar de mitigar la situación a la que tienen que hacer frente los ancianos que viven solos en su hogar. ¿Cómo? Con visitas regulares, actividades distendidas y, sobre todo, escuchando y dando todo el apoyo posible. Romper con la rutina y la monotonía de los mayores es una buena manera de olvidar, durante un tiempo, los temores más extendidos.
Una ayuda externa
Y si las condiciones lo permiten, es muy conveniente tratar de aligerar este lastre de la soledad entre los ancianos con un salida, altamente gratificante, que les permita abandonar esta terrible sensación y dar paso a la felicidad y bienestar.
Un centro de día, con actividades específicas para la persona mayor, es un claro ejemplo de maneras para evitar que los ancianos se encuentren solos durante una parte importante de la jornada. Otro ejemplo, es con la asistencia a domicilio en Valencia. Cuidadores que pueden acompañar a la persona mayor durante unas horas (o todo el día) ofreciéndoles la mejor atención y, sobre todo, mucha compañía. Adiós soledad.