¿Qué hay que tener en cuenta?
La inmovilidad como problema
Una de las limitaciones principales que deben hacer frente las personas mayores es la reducción de su movilidad. Lo que parece una cuestión lógica, resulta en muchos casos un tema que no se tiene suficientemente en cuenta pues se da por sentado que dicha disminución de las propias capacidades es una evidente consecuencia del envejecimiento.
Entendemos por falta de movilidad, una disminución de las capacidades para desempeñar actividades de la vida diaria debido a un deterioro de las funciones motoras.
Pero qué implica la reducción de movilidad en las personas de la tercera edad? Es sabido que la inmovilización en ancianos muy a menudo produce un aumento de la aparición de complicaciones médicas y, evidentemente, su dependencia en lo que se refiere a la realización de las actividades propias de la vida diaria; motivos que contribuyen en algunos casos a su institucionalización.
¿Qué problemas de accesibilidad hay en la sociedad?
Por otra parte, la persona incapacitada puede sentir frustración, abatimiento, ira, angustia, así como otras respuestas emocionales, al encarar el estrés que le supone su falta de independencia cotidiana.
Accesibilidad en las calles
Cuando la persona tiene problemas de movilidad es importante ofrecerle un soporte que le ayude a caminar al salir a la calle, de modo que evite cualquier tipo de caída o falta de equilibrio.
Hablamos de soportes como bastones o andadores que les sirvan de apoyo, así como sillas de ruedas en los casos más complicados; si bien es preferible no inmovilizar a la persona por completo y ayudarla a realizar algún tipo de ejercicio físico que evite la pérdida de masa muscular.
Accesibilidad en los edificios
Cabe destacar también la accesibilidad en los inmuebles. En muchos edificios de cierta antigüedad las características arquitectónicas pueden suponer obstáculos para la gente mayor, como por ejemplo el uso de las escaleras. Por lo que existen ítems recomendados que pueden ser de ayuda en el acceso a la vivienda como las plataformas elevadoras o las sillas salvaescaleras.
Accesibilidad en el hogar
Finalmente, se recomienda también adaptar el mobiliario del hogar con el objetivo de evitar que la persona mayor deba realizar posiciones excesivamente horizontales. Hablamos de evitar muebles bajos, así como usar sillones con un ángulo ligeramente superior a los 90 grados que permitan mantener posiciones cómodas y seguras.
Beneficios de la movilidad para la salud en personas mayores
Pese a que la pérdida de funciones motoras es inevitable a medida que la persona envejece, es importante mantener un cierto grado de movilización que evite su postramiento. No obstante, se recomienda asistir a la persona en cuestión en la realización de dichas actividades con el fin de evitar caídas o lesiones que podrían complicar su estado de salud. Cabe destacar los beneficios que supone un cierto grado de ejercicio físico en las personas mayores, como el incremento de la densidad mineral ósea, el aumento del metabolismo y una mayor vascularización del corazón, así como a nivel cognitivo y psicológico, el fortalecimiento de la actividad intelectual y de la viveza mental, el acrecentamiento del sentimiento de bienestar e integración social y una mejora en la calidad del sueño.