Por qué debes evitar el ingreso en una residencia de ancianos

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Pasillos vacíos y  auxiliares ajetreados con innumerables pacientes que requieren de paciencia y cariño y que sin embargo, aún habiendo depositado todo su fe y dinero en ello, no reciben los cuidados que deberían, ni la calma ni el bienestar que se merecen.

En la mayoría de las residencias, aún cuando los costes para poder residir en ellas son elevados, ni trabajadores ni enfermos reciben o son partícipes de un servicio de calidad. ¿Como puede ser? Muy frecuentemente, dichas instituciones no disponen de las instalaciones necesarias, tampoco del material adecuado (como toallitas o pañales suficientes por todos aquellos ancianos que sufren de incontinencia) ni tan siquiera del tiempo del que requieren algunas personas mayores para que las ayuden, los cuidadores, a ponerse el pijama por las noches.

La residencia apaga lentamente la vida de las personas mayores

Aunque duela decirlo, cada vez más las residencias se han vuelto una fábrica de hacer dinero que se aprovechan de la dificultad de los familiares para compaginar su vida con el cuidado de sus padres, tíos o cualquier otro miembro de la familia; así como se aprovechan de la mayor presencia en general de la senectud en nuestra sociedad.

De esta manera, pasan los días en el calendario y los ancianos que allí residen van perdiendo progresivamente su vitalidad. También  los auxiliares de enfermería, frente a la gran carga de faena que reciben, van perdiendo la energía y motivación para hacer bien su trabajo. Y si bien es cierto que como institución podría tener algún tipo de rol social, termina por convertirse en una cárcel para ellos y un lugar verdaderamente deprimente para todo el mundo.

Sin embargo, ¿podríamos decir que es eficaz su modelo de funcionamiento?  Al institucionalizar esta función social que realiza – como es el cuidar de la gente mayor – sistematizandola, sin querer al mismo tiempo, contribuyen a la pérdida o la disminución de unos lazos afectivos; no sólo entre trabajadores y residentes sino también con la propia familia. Cuando dejamos nuestros mayores a cargo de las residencias, de algún modo también nos acabamos distanciando de ellos. Ir a visitarlos se convierte en una tarea más de nuestra ajetreada agenda y bajo la idea de que allí estarán bien, traspasamos esa responsabilidad de su bienestar emocional a dicha institución que, sin embargo, parece no cumplir con su propósito inicial.

Así pues, cuando nuestros padres o abuelos, nos dicen que no quieren estar más en una residencia o que no quieren ni probarlo, ¿qué podemos hacer?

¿Qué alternativas tenemos a las residencias de ancianos?

Si el problema está en que tus mayores padecen de cierto grado de dependencia, tanto la asistencia a domicilio como la teleasistencia permiten brindar un cuidado más personalizado a la persona, con la garantía que el servicio que recibirán es de calidad.

Un cuidador a domicilio que pueda estar con él o ella en casa, no sólo les va a permitir estar mejor asistidos – puesto que el ritmo de trabajo no el mismo – sino también tener la tranquilidad que confiere el poder seguir habitando en el propio hogar. De igual manera, la teleasistencia les permitirá sentirse seguros de que frente a cualquier urgencia médica – más allá del cuidado – van a tener un profesional que se va a encargar de que estén bien.

Además este tipo de servicio se puede complementar también con los centros de día, opción intermedia en este tipo de instalaciones especializadas en personas de la tercera edad; puesto que permiten que no se produzca la desvinculación total con su entorno y les proporciona, al mismo tiempo, una actividad que les mantiene ocupados y les permite estar rodeados de otras personas.

 

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4 comentarios en «Por qué debes evitar el ingreso en una residencia de ancianos»

  1. las residencias en navarra especial mente una de estella tengo muy mal sabor de vocami mama el dia anterior estaba como en coma y al dia siguiente nos llamaron que habia muerto a lasoncede la mañana cuando llegue en media hora estaba ya fria y un poco rigida yo siento queno se enteraron hasta esa hora habia muy poco interes en los ancianos yo he visto cosas muy feas y poco caso a mi madre no era para nada cariñosas solo hacian su trabajo y ademas de aquellas maneras yo digo una cosa porqueno me avisaron de esa noche el panorama que abia porque la verdad si entraban una vez ala noche aver los enfermos eso si entraban por que yo la deje que no me hablaba mi mama y ellas me avisaron al dia siguiente que habia fallecido mi madre esta en el cielo con dios y estas que esten donde lo merezcan

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    • ¡Hola Amara! Un fuerte abrazo desde Wayalia y nuestro más sentido pésame. Nos sabe muy mal lo que nos cuentas y resalta que, siempre que sea posible, la opción de envejecer en casa (con una asistencia 100% personalizada) es lo mejor.

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