¿De qué depende la felicidad en la senectud?
Según la RAE, se considera felicidad al estado de grata satisfacción espiritual y física. ¿Pero qué es para la gente mayor felicidad? Un estudio español publicado en la revista Journal of Happiness Studies en 2013, hecho por investigadores de la Universidad de Granada, dice que la gente de la tercera edad es más feliz cuando han disfrutado, a su vez, de una vida feliz. Sin embargo, es sabido que en la vejez uno debe hacer frente también a ciertas circunstancias que añaden pesadumbre y restan felicidad a esta etapa de la vida. ¿Cuáles son estos factores?
El duelo
Es común que a medida que envejecemos, familiares y conocidos fallezcan; en la vejez, este fenómeno se da con mayor frecuencia de lo habitual. Existe una mayor proclividad a que la persona sea testimonio del perecimiento de hermanos, pareja o amigos. Aunque el desamparo frente a la pérdida es inevitable, al mismo tiempo la gente mayor suele afrontar dichos acontecimientos de forma más serena que otros colectivos de edad debido a la experiencia y la aceptación de la propia muerte, la cual se presenta como inminente.
Deterioro físico y dependencia
Por otra parte, la gente de la tercera edad hace frente con mayor continuidad a enfermedades y complicaciones médicas. Lo que supone al mismo tiempo que sean más dependientes y que se sientan más frustrados. Asimismo enfermedades como la Demencia senil o el Alzheimer tienen un mayor impacto en la salud mental de los afectados, produciendo sensación de confusión o de ansiedad; lo que contribuye a un estado displacentero de la persona.
Soledad
Otro problema al que deben hacer frente es la soledad. Se sabe según cifras oficiales, que en 2011 el 22% de las personas mayores de 65 años que residían en la ciudad de Madrid vivían solas. Por otra parte, una investigación expuesta en 2014 y llevada a cabo por la Universidad de Chicago, puso de manifiesto que el sentir una soledad extrema en personas ancianas podía aumentar en un 14% las posibilidades de muerte prematura; el percibirse aislada, la persona, incrementaba las interrupciones en el sueño, la presión arterial, la tasa de la hormona cortisol – productora del estrés – por la mañana, problemas en el sistema inmune y las posibilidades de padecer depresión.
¿Qué beneficios da la felicidad en los ancianos?
Sin embargo, la felicidad en estas edades implica, de igual manera que en otros grupos de edad, un gran impacto en la vida de la persona. Según un estudio de la Universidad de California en San Diego, realizado por el profesor Dilip Jeste, la actitud positiva frente a los vaivenes de la vejez tenía más peso en un “buen” envejecimiento que las condiciones de salud en sí mismas. Se entrevistaron a 500 voluntarios de edades comprendidas entre los 60 y 98 años, donde se les pedía que evaluaran su envejecimiento del 1 al 10 así como facilitarán sus informes médicos. Los resultados obtenidos, pusieron en evidencia que aquellos voluntarios más optimistas no siempre eran aquellos con mejor estado de salud.
Así pues, demostraron que el “envejecer bien” no estaba estrechamente ligado a la falta de dolencias físicas, sino a la buena percepción de uno mismo y de la propia vejez. Dicha investigación también ponía hincapié en la importancia de socializar y participar en actividades de ocio como vía para aumentar el nivel de satisfacción y, consecuentemente, de felicidad en personas de la tercera edad.