Los problemas de sueño son frecuentes en la población de la tercera edad y sus causas son múltiples. El envejecimiento, y sus consecuencias, también afectan a la habilidad de los mayores de conciliar el sueño, más allá de la reducción de la actividad física y el consiguiente descenso del cansancio (y de la necesidad de dormir). Entender los motivos y los distintos trastornos del sueño en ancianos, nos podrá ayudar a entender mejor este suceso y buscar alternativas para garantizar el bienestar de la población mayor.
¿Qué son los trastornos del sueño?
Como el nombre propiamente indica, los trastornos del sueño, son problemas que afectan al dormir. Es decir, dificultades para conciliar el sueño, conductas anormales durante la fase de sueño, dormirse en situación inapropiadas, etc. Hay recogidos más de 100 trastornos que se pueden agrupar en 4 grupos principales:
- Insomnio: problemas para conciliar el sueño.
- Hipersomnia: dificultad para permanecer despierto.
- Ritmo de sueño alterado: alteraciones en el horario regular del sueño.
- Conductual: alteraciones en el comportamiento durante el sueño.
Factores explicativos de los trastornos del sueño en ancianos
Los trastornos del sueño en ancianos son, lamentablemente, muy comunes entre la población mayor. Y es que, a pesar de la edad, los médicos siguen recomendando entre 7 u 8 horas de sueño al día, por lo que tratar de remediarlo será fundamental para garantizar la calidad de vida y bienestar. Entre los factores que inciden en esta fenómeno se encuentran:
- Enfermedad: algunas enfermedades con fuerte incidencia en la población mayor, como el Alzheimer, la depresión o la insuficiencia cardíaca, tienen asociado dificultades del sueño.
- Degeneración cognitiva: las afecciones neurológicas y cerebrales afectan al sueño y aumentan las dificultades para conciliarlo.
- Micciones nocturnas: la necesidad de orinar durante la noche dificulta conciliar el sueño y permanecer en un estado somnoliento.
- Cambios del ritmo circadiano: el “cambio” en el reloj interno es algo frecuente en la población mayor, lo que deriva en que algunas personas se duerman antes de lo deseado (a media tarde).
¿Cómo afectan estos trastornos a la gente mayor?
Estos tipos de problemas del sueño generan, más allá del lógico cansancio, como consecuencia de la falta de dormir, ansiedad. Ansiedad por no poder conciliar correctamente el sueño y que luego arrastrar sus efectos durante todo el día. Además, los trastornos del sueño en ancianos también pueden provocar desorientación o confusión en los afectados. Ya que al cambiar los ritmos cíclicos, pueden afectar al estado cognitivo agravando el deterioro. Y no solo esto, de forma indirecta, este tipo de trastornos pueden derivar en caídas y lesiones de gran alcance. Ya que la desorientación en la tercera edad, puede causar este tipo de accidentes. Máxima alerta.
Consejos para prevenir los trastornos del sueño
Acudir a un médico especialista podrá ser de gran ayuda ya que podrá recetar algunos fármacos para solucionar estas afecciones del sueño. Aunque también existen algunas acciones que pueden ayudar a prevenir dichos trastornos. Como por ejemplo:
- Evitar comidas copiosas antes de ir a dormir.
- No realizar siestas durante el día.
- Realizar actividad física (acorde con nuestras posibilidad) para llegar más cansados a la noche.
- Tomar una bebida caliente antes de ir a dormir.
El bienestar de nuestros mayores en buenas manos
Confiar en una cuidadora de ancianos (a jornada completa o solo jornada nocturna), será el método más eficaz para prevenir los trastornos de sueño en ancianos o, si más no, para reducir las consecuencias. No debemos obviar, que es durante la noche donde se producen más accidentes domésticos (caídas mayormente), que deben ser erradicadas. ¿La mejor forma de hacerlo? Con un apoyo profesional y con experiencia. El bienestar de nuestros mayores no se puede dejar al azar.