Beneficios de las mascotas en las personas mayores

Facebook
Twitter
WhatsApp

Tener una mascota en casa es fundamental para el bienestar psicológico y ayuda a los mayores a sentirse menos solos y a desempeñar un papel útil y de responsabilidad con el animal.

Mascotas y ancianos: una convivencia perfecta

La presencia de una mascota en la vida de una persona implica una relación emocional mutua y un compromiso diario. El cuidado de un animal, por un lado, impone una responsabilidad a la persona mayor, que tiene que proporcionarle comida y cuidados veterinarios, y, por otro lado, le devuelve un afecto incondicional, que mejora la calidad de vida en la vejez.

De hecho, uno de los problemas más frecuentes entre los mayores de 65 años es la soledad, junto con el exceso de tiempo libre. Por lo tanto, vivir con una mascota ayuda a garantizar una rutina diaria y a sentirse importante para el crecimiento y la salud de su amigo peludo.

Un hogar en el que hay una mascota se vive de forma diferente: una vez que el perro o el gato forman parte de su vida, la persona mayor sentirá que convive con alguien y la soledad dejará de ser un problema.

Además, la atención que las personas mayores tienen que prestar a sus mascotas les impide descuidar su propia salud: llevar al animal al veterinario, asegurarse de que se alimenta correctamente y jugar juntos son tareas que pueden parecer obvias, pero que cambian el día a día de alguien que pasa mucho tiempo solo.

La importancia de los animales de compañía para las personas mayores no solamente tiene que ver con su bienestar psicológico. Los dueños de perros, por ejemplo, tienen que pasearlos todos los días e incluso los animales más sedentarios obligan a las personas a realizar alguna actividad física, aunque sea únicamente para atender sus necesidades básicas o hacerles la compra.

¿Por qué una mascota es fundamental en la vida de un anciano?

Cuidar de una mascota significa seguir teniendo una vida llena de cariño y poder valorar las relaciones. Esto ayudará también a mantener las relaciones sociales en la comunidad, porque acostumbra a las personas que viven solas a cuidar de alguien, a sentirse responsables y a satisfacer las necesidades específicas de los animales.

Hay varios estudios que asocian la convivencia con animales de compañía con una mejora en la función social de las personas mayores: el cuidado de los animales lleva a la interacción con otros propietarios y hace que las personas sean más empáticas. De hecho, el tiempo que se pasa con los amigos cuadrúpedos permite sentirse útil e invita a preocuparse por la situación de los demás. Esto también distrae a los ancianos de los problemas que comporta la vejez, que a menudo se convierten en una molesta preocupación, mejorando así su estado de ánimo.

El cuidado de un animal de compañía puede marcar la diferencia en la vida cotidiana: la terapia con animales de compañía se utiliza también en los centros sanitarios para personas mayores para la prevención y el tratamiento de estados psicológicos alterados, pero también es eficaz para mejorar los parámetros físicos.

Según los estudios, el contacto con un animal tiene un efecto relajante y contribuye a reducir los síntomas del estrés y la hipertensión. Además, prestar atención a la vida de un amigo de cuatro patas estimula la capacidad de respuesta y ayuda a mantener la mente y la memoria activas, evitando el deterioro cognitivo, además de ser un antidepresivo natural, el vínculo con las mascotas ayuda a mantener la mente flexible y el cuerpo en movimiento.

¿Cuáles son las mejores mascotas para personas mayores?

A la hora de elegir animales de compañía para las personas mayores es importante tener en cuenta algunos factores:

  • El esfuerzo físico: algunas mascotas requieren más esfuerzo físico que otras, pero todas requieren la presencia constante de sus dueños;
  • La seguridad: las mascotas no deben suponer un riesgo para la salud de la persona mayor;
  • El aspecto económico: los gastos para los cuidados diarios no son indiferentes;
  • La atención veterinaria: los animales necesitan visitas sanitarias periódicas;
  • Las preferencias individuales: cada persona tiene sus gustos, están los amantes de los gatos y los que prefieren los perros. Para hacer la mejor elección en función de las necesidades, preferencias y posibilidades de la persona mayor, es necesario hacerla partícipe de la elección. Si una persona mayor ha vivido siempre con una mascota, sabrá lo que quiere y lo que esperarse, sin embargo, si no es así, será fundamental escuchar los consejos de los veterinarios.
  • La especie: para hacerse una idea, basta con visitar algún refugio. Por lo general, optaremos por gatos y perros, porque son los animales con los que compartimos más fácilmente espacio y hábitos, pero muchos ancianos también aprecian la compañía de los pájaros, los peces o los hámsteres, que quizá requieran menos cuidados, pero siguen exigiendo a los ancianos algún tipo de atención.
  • La vitalidad: los mayores de 65 años querrán jugar con sus pequeños amigos, pero un exceso de ejercicio podría ser un peligro para su salud. Por este motivo, no suelen recomendarse los cachorros, ya que pueden ser agotadores de cuidar y demasiado exuberantes, convirtiéndose en un riesgo para el equilibrio de los mayores.
  • El compromiso que requiere una mascota no solo se mide en términos de tiempo y energía, sino que también hay que considerar la carga económica. Un perro o un gato constituyen un gasto importante para un pensionista. Queremos recordar que hay programas que facilitan la adopción de animales de compañía a las personas mayores que se sienten solas.

A veces, las personas mayores prefieren renunciar a la compañía de un animal porque temen no ser capaces de cuidarlo al cabo de unos años o, por el contrario, rechazan el ingreso en un centro asistencial porque no quieren dejar atrás a su amigo de toda la vida. Por eso es importante que haya alguien que cuide del amigo de cuatro patas en caso de que la persona mayor ya no pueda hacerlo.

Por esta razón, contratar a una cuidadora por horas o interna, puede ser la mejor opción para todos. El anciano tendrá alguien que se encargue de sus necesidades y la seguridad, de que en caso de algún descuido suyo, alguien seguirá ocupándose de su amigo peludo.

¿Te podemos ayudar?

Comparte el artículo

Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja un comentario