Qué es la fiebre reumática y cómo tratarla

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Por qué y cómo se contrae la fiebre reumática

La fiebre reumática puede desarrollarse después de una faringitis estreptocócica o escarlatina que no se ha tratado adecuadamente. Las bacterias del grupo A llamadas estreptococos son las causantes de la fiebre escarlata o la faringitis estreptocócica, que tardan entre 1 y 5 semanas en desarrollarse. La fiebre reumática se piensa que está causada por una respuesta del sistema de defensa del cuerpo: el sistema inmune. El sistema inmunológico responde a la infección de la faringitis estreptocócica o a la escarlatina, causando una inflamación generalizada en el organismo.

Qué es la fiebre reumática y por qué no es contagiosa

La fiebre reumática no puede contraerse por el contacto con alguien que padezca esta enfermedad, pues se trata de una respuesta del sistema inmune y no una infección. No obstante, las personas que padecen escarlatina o faringitis estreptocócica sí que pueden propagar estreptococos del grupo A a otras personas. Principalmente mediante partículas respiratorias. 

Los síntomas más comunes suelen ser fiebre y dolor en las articulaciones. Otros síntomas son: 

  • Fiebre
  • Dolor en las articulaciones (artritis), los más habituales son en rodillas, tobillos, codos y muñecas. 
  • Síntomas relacionados con insuficiencia cardíaca, dolor en el pecho, falta de respiración, taquicardia
  • Fatiga
  • Movimientos corporales espasmódicos e incontrolables
  • Bultos indoloros (nódulos) subcutáneos cerca de las articulaciones (poco frecuente)
  • Erupción que aparece como anillos rosados con un centro claro (poco frecuente)

Adicionalmente, algunos casos de fiebre reumática pueden experimentar: 

  • Un nuevo soplo cardíaco
  • Corazón agrandado
  • Fluidos alrededor del corazón

Tratamiento para la inflamación y los síntomas

Los tratamientos más frecuentes para la fiebre reumática se focalizan en la reducción de la fiebre, el dolor y la inflamación general. Adicionalmente, todos los pacientes con fiebre reumática deberían tomar antibióticos que traten las infecciones con estreptococos del grupo A. Las personas que desarrollan enfermedades cardíacas reumáticas con síntomas de fallo cardíaco pueden requerir medicación para ayudar a gestionar esto también. Las consecuencias más graves de la fiebre reumática pueden incluir daño en el corazón a largo plazo. 

Si la fiebre reumática no se trata de inmediato, puede producirse la enfermedad cardíaca reumática. Esta patología debilita las válvulas entre las cavidades del corazón. Una enfermedad cardíaca reumática grave puede requerir de cirugía cardiovascular e incluso ser fatal. 

Protégete a ti y a los tuyos

Padecer una infección con estreptococos del grupo A no es una garantía de no contagiarse en un futuro. Es posible sufrir fiebre reumática más de una vez. No obstante, existen algunas medidas que es posible tomar para protegerse a uno mismo y a los demás. 

Una buena higiene ayuda a prevenir las infecciones del Grupo A

La mejor manera de contagiarse o propagar una infección por estreptococos del grupo A como una faringitis estreptocócica o fiebre escarlata es mediante el lavado de manos frecuente, especialmente después de toser o estornudar y antes de preparar comidas o comer. 

Los antibióticos son claves para el tratamiento y la prevención

Las principales maneras de prevenir la fiebre reumática son: 

  • Tratar las infecciones de estreptococos del grupo A como la faringitis estreptocócica o la escarlatina con antibióticos
  • Prevenir de origen las infecciones de estreptococos del grupo A 
  • Utilizar antibióticos de prevención para personas que han padecido fiebre reumática en el pasado

Los antibióticos de prevención pueden ayudar a proteger a las personas que han padecido fiebre reumática de padecerla de nuevo. 

Los más propensos a padecer fiebre reumática

Aunque las personas mayores también corren el riesgo de contraerla, son los niños los más propensos a padecer esta enfermedad (de los 5 a los 15 años).

Las enfermedades infecciosas, incluyendo las de estreptococos del grupo A tienen a propagarse en grupos de muchas personas juntas. Las situaciones en las que se masifica un gran número de personas puede aumentar el riesgo de padecer faringitis estreptocócica o fiebre escarlatina y en consecuencia, sufrir fiebre reumática. Estos espacios incluyen: 

  • Escuelas
  • Centros de día
  • Centros de entrenamiento

Una patología que puede volver a padecerse a lo largo de la vida

Alguien que ha padecido fiebre reumática en el pasado es más propenso a sufrirla de nuevo si vuelven a contraer faringitis estreptocócica o escarlatina.

La fiebre reumática es una complicación poco frecuente. Puede ocurrir cuando los tratamientos de la faringitis estreptocócica y de la fiebre escarlata no eliminan por completo estas dos infecciones. Normalmente afecta con mayor medida a niños y adolescentes y puede llevar a padecer serias complicaciones de salud que pueden afectar al corazón, articulaciones y otros órganos. Estas complicaciones pueden ser padecidas a lo largo de la vida. Es por ello que para prevenir recaídas se suelen administrar tratamientos preventivos de por vida.

La fiebre reumática en las personas mayores

Pese a que como suele ser más frecuente en edades tempranas, entre los cinco y quince años, también se han dado casos en adultos, según se concluye en el artículo Fiebre reumática y artritis postestreptocócica, del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona.

En las personas mayores que sufren de esta condición, pueden requerir ayuda para la administración de estos tratamientos preventivos. Así como para detectar posibles síntomas y señales de alerta que pueden requerir de atención médica inmediata. 

Una persona cuidadora a domicilio tanto por horas como interna puede ser una gran solución para casos en los que se debe administrar un tratamiento preventivo regular.

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