Ejemplos de economía colaborativa y tercera edad

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Internet y las nuevas tecnologías han supuesto un cambio de paradigma donde han aparecido nuevos modelos de consumo entre los que destaca la economía colaborativa. La economía colaborativa se presenta como un intercambio de productos y/o servicios fundamentado en las necesidades específicas del consumidor, en contraposición de los beneficios económicos como único motor del negocio.

Economía colaborativa y tercera edad

Asociar este nuevo modelo de consumo con la vejez resulta, a prior, complicado. Y es que se asocia la economía colaborativa con las nuevas plataformas digitales y herramientas tecnológicas. que sirven de escenario perfecto para acercar estas iniciativas a la mayor parte de población, pero donde los mayores pueden quedar relegados . La brecha digital existente en las sociedades occidentales puede provocar que estos proyectos no puedan ser disfrutados por miembros de la tercera edad. Pero hay iniciativas de economía colaborativa que buscan, principalmente, satisfacer sus necesidades.

¿Qué es la brecha digital?

Se trata de un fenómeno que hace referencia a la desigualdad existente entre las personas que pueden tener acceso (y conocimiento) a las nuevas tecnologías y las que no. En este segundo grupo, pueden estar incluidas las personas mayores que, por falta de conocimiento, ven como un imposible poder acceder a todas las ventajas que ofrece este medio al resto de la sociedad (servicios, productos, etc.).

Ejemplo de economía colaborativa para la tercera edad

A pesar de lo planteado en los apartados anteriores, existen algunos ejemplos que nos muestran como economía colaborativa y tercera edad, no tienen por que ser conceptos opuestos. Uno de ellos, y que plasma claramente las virtudes de este modelo de consumo, es el de cohousing o vivienda colaborativa. Plataformas que ofrecen la posibilidad de conectar con personas de la misma edad para ir a vivir juntos. Un tipo de servicio que trata de posicionarse como una alternativa para evitar la residencia y lograr un espacio ideal para la vejez.

Vivienda colaborativa, ¿una buena alternativa?

El objetivo de este tipo de proyectos es crear un entorno que favorezca un envejecimiento activo para los mayores. Evitar la soledad y el ingreso en centros residenciales, y pasar a vivir en una casa con otras personas con necesidades similares, será un paso adelante. Y es que convivir en un hogar con personas de similar edad, ayudará a instaurar unos hábitos de vida saludable, fomentar la libertad y las relaciones interpersonales.

A pesar de ello, es cierto que las propuestas de vivienda colaborativa también presentan algunas carencias e inconvenientes. Por ejemplo, cuando las limitaciones y necesidades de la persona mayor sean superiores, convivir con otras personas en similar situación no será lo más conveniente. Por esto, recurrir a un servicio de ayuda a domicilio, será el modo más efectivo de lograr todos los beneficios y, a su vez, evitar los inconvenientes de las viviendas colaborativas o cohousing.

Todas las garantías para la vejez

Alternativas como las de cohousing para mayores son positivas ya que aceran las ventajas de la economía colaborativa a un segmento de edad normalmente olvidado. A pesar de ello, se tiene que entender que las necesidades de un anciano pueden ser nulas o realmente limitantes, en este sentido, la opción que garantizará mayor seguridad, confort y bienestar será contar con una cuidadora en el propio domicilio. La opción más cómoda y eficaz.

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