Hablar sobre las enfermedades que pueden afectar, en mayor o menor medida, a la población de la tercera edad, es una forma útil de ofrecer información a las familias que pueden alertar sobre la evolución de estas patologías. Una de las enfermedades que tiene incidencia entre la población mayor es la fibrosis quística. En la siguiente publicación, pondremos el foco en esta dolencia para lograr una mayor comprensión de sus efectos en los ancianos.
¿Qué es la fibrosis quística?
Se trata de una enfermedad hereditaria que afecta a las glándulas mucosas. Su afección incide principalmente en los pulmones y el sistema digestivo, provocando la acumulación de mucosa en estas zonas. Se trata de una de las enfermedades pulmonares crónicas más comunes en niños y adultos. En los siguientes apartados hablaremos sobre los efectos de la fibrosis quística en ancianos.
Causas de la fibrosis quística
La causa de la aparición de la fibrosis quística es un gen defectuoso que provoca que el cuerpo genere un líquido anormalmente espeso (moco). Este líquido se acumula en las vías respiratorias (y también en el páncreas) originando muchas dificultades, máxime si hablamos de personas mayores. Problemas como infecciones pulmonares o digestivas que entorpecen el día a día del paciente y pueden llegar incluso a provocar la muerte.
Síntomas principales de la fibrosis quística
Existen algunos signos que nos pueden alertar, a edad temprana, sobre la presencia de la afección de fibrosis quística. Los principales indicadores son:
- Tos o recurrencia de infecciones respiratorias
- Algunos síntomas nasales tales como rinitis, sinusitis o poliposis nasal.
- Presencia de síntomas digestivos provocadas por la mala absorción de las grasas.
- Infertilidad o disminución de la fertilidad.
- Sudor salado por la afección de las glándulas sudoriparas.
¿Se puede prevenir la fibrosis quística en ancianos?
Como ya hemos comentado, la fibrosis quística es una enfermedad genética, por lo que no se puede prevenir su aparición. Además, cabe resaltar que su tratamiento también es negativo, no tiene cura en la actualidad. Lo que sí existe son tratamientos paliativos para reducir los efectos de los síntomas y tratar relentizar su evolución. Estas medidas buscan una mejora integral de la salud del afectado y es importante, para una mejorar calidad de vida y esperanza de vida, detectar la enfermedad lo antes posible (a partir de revisiones periódicas, etc.).
Tipos de fibrosis quística
Según la principal área afectada por la afección, se puede dividir la fibrosis quística en la siguiente tipología:
- Fibrosis quística pulmonar: cuando la masa mucosa bloquea las vías respiratorias más pequeñas, provocando infecciones pulmonares, tales como neumonías, dilataciones, etc.
- Fibrosis quística en el páncreas: se produce cuando los conductos que drenan el páncreas se obstruyen. Lo que provoca que la liberación de enzimas se dificulte y por ende, la digestión de grasas se relentiza.
Fibrosis quística en ancianos: ¿cómo atender a un paciente?
Cuidar a una persona ya requiere de una atención preferencial si, a sobre, el anciano padece fibrosis quística, esta atención tendrá que ser más constante y dedicada. Cuando un adulto mayor padece dicha enfermedad, lo más probable es que sea de tipo pulmonar. Por lo que las dificultades para respirar (tos, fatiga, molestias en el pecho, etc.) serán un obstáculo muy elevado si no se tiene la ayuda necesaria. Con una cuidadora de ancianos, se logrará que una persona con preparación y experiencia, esté atento a la evolución y síntomas del adulto. Además, podrá establecer unas pautas de actividad para tratar de mejorar el estado y bienestar.